Jesús Manuel Vallejos

Jesús Manuel Vallejos, alias Yaco. Soldado Conscripto. Ejército.

Nació en Sauce Arriba y falleció allí el 30 de junio de 2021 por una enfermedad terminal que comenzó en 2020

Un hermano de Manuel y su hermana Miriam nos esperan para contarnos algunas anécdotas que van a permitirnos conocer a este veterano. Fue castigado por robar comida junto a otros dos compañeros y el castigo fue estaquearlo cerca de un rio, atándole con sus propios cordones -de los borceguíes-el dedo del pie que pasaba por el cuello, por lo que, si estiraba las piernas, se ahorcarian ellos mismos. Primero les pegaron. Después se pudieron desatar.

No hablaba mucho su hermano del tema Malvinas, solo cuando él quería. Consideran que debió recibir tratamiento psicológico, pero no lo tuvo. Si le preguntaban se ponía mal, se largaba a llorar. Los aviones lo asustaban.

Cuando termina la guerra estuvo de rehén de los ingleses. Lo trajeron en un buque, donde ya estaba invalido. Lo sacaron del pozo de zorro sin poder caminar. Primero estuvo en una carpa y compartió momentos con otro veterano de Villa Sarmiento-Oscar Rivero- pero luego compartió el pozo de zorro con otro de La Paz-Jorge Aguilera. Los ingleses lo atendieron mientras estuvo en el barco que los trajo al continente, con comida y cigarrillos, no con atención por el congelamiento de las piernas. Cuando lo bajaron del buque, lo largaron por una rampa como una bolsa de papas, que rodó hasta donde lo esperaban otros argentinos. Cuando contaba eso a su hijo, lloraba, porque temió que no podría caminar nunca más. Al regresar lo llevaron a un hospital de Comodoro Rivadavia donde permaneció tres meses en rehabilitación

Su medalla se había encontrado en Malvinas y por ese motivo notificaron a sus padres que estaba fallecido, sin que hubieran encontrado el cuerpo. Su madre nunca creyó que estuviera muerto y siguió buscándolo. Sus padres fueron notificados de que había llegado al país y estaba hospitalizado en Campo de Mayo. Fueron a buscarlo y no lo hallaron. Cuando estaban en Campo de Mayo se enteraron que esta internado en Chubut. Tiempo después reciben una carta de una chica que como vecina de la ciudad- donde estaba hospitalizado él y otros soldados-, se llegaban a colaborar visitándolos, ayudandolos a caminar en la rehabilitación. Los fines de semana el hospital les permitía que fueran a almorzar en los domicilios de estas familias que ayudaban a los heridos que debieron permanecer hospitalizados hasta su recuperación. Como Manuel no sabía leer ni escribir esta mujer se ofreció a comunicar a sus padres cómo estaba y cómo mejoraba su situación de salud. No saben dónde quedaron esas cartas, pero sabe que esa misma familia que les escribía, le pagan el boleto cuando se vuelve Manuel a su casa.

Llega al pueblo y se va directo a la iglesia-a agradecer por la vida conservada, suponemos-, luego va a la casa. Llega a la noche. Oyeron los pasos de borceguíes y no dudaron que era él. Su mamá gritó: “ahí viene mi hijo!!”. Estaba gordo, porque durante los tres meses que estuvo internado pudieron recuperarlo en cuanto a los kilogramos perdidos en el transcurso de la guerra,-perdió veinte kg, llegó a tener 40 kg-por el hambre sufrido. Conservan una foto de ese regreso.

Quien mas sabe de Manuel es Jorge Aguilera, el veterano que vive en La Paz.

En ese momento del relato se incorpora a la entrevista una hija de Manuel: Nora. Trae recuerdos de su padre: certificados, reconocimientos, medallas.

Manuel tuvo tres hijos, una nena falleció pequeña. Luego nacieron Nora y Héctor Manuel. Su esposa es Esther Felipa Rivarola. Se casaron cuando él regresó de Malvinas. Nora cuenta que su padre no era de hablar mucho y menos del tema Malvinas. Su esposa es similar. Por ese motivo Manuel estuvo en casa de sus padres mientras tuvo el tratamiento de su enfermedad terminal del ultimo tiempo. Su padre quiso cuidarlo. Al momento de la entrevista hacia tres meses que había fallecido el padre de Manuel, que fue nueve meses después de la muerte de su hijo.

Respecto a las secuelas de la guerra que padecía Manuel, una de ellas era que para contener el frío que tenía en las piernas se envolvía en bolsas de nylon debajo de las medias, para que le diera calor. Siempre tuvo picazón en las piernas y debajo del talón una especie de huecos. Sufrió pie de trinchera y lo sacaron del pozo de zorro alzando, porque no podía caminar. Así estuvo hospitalizado en nuestro país hasta que pudo recuperarse

Al regresar trabajó en los hornos de ladrillos que tenía su padre. Cortaba ladrillos.

En 2020 empieza con un dolor de muela y se hace sacar esa muela. el dolor sigue. En plena pandemia descubren que tenía un tumor maligno. Empezó con quimioterapia y rayos. Quedó bien de ese tratamiento, pero cuando se contagió de Covid, se agravó su situación de salud y falleció a fines de junio de 2021.

Los hermanos de Manuel nombran a un compañero del pozo de zorro, con quien compartieron penurias durante la guerra. Lo apodaban el “Tarta’. Una vez lo halló en un desfile en la ciudad de Córdoba. Manuel solía contar que lloraba mucho mientras estaba en el pozo, que invoca a sus padres. Que comparaba a los hijos de la actualidad, que no valoran a sus padres como él lo hizo mientras estaba en el conflicto.

Siempre tuvo pesadillas. Cuando se aproximaban las fechas que recuerdan a la guerra, se ponía “insoportable’. Nunca quiso ir a dar charlas ni a participar en actos oficiales.

Cuentan que supieron que Manuel fue enviado a la guerra a los pocos días de llegar a Córdoba. Que cuando le dieron el arma, se la arrojaron a las manos, se le dio vuelta porque no sabía cómo tomarla y por ese motivo recibió un reto. En el pozo aprendió a tirar con la ayuda de El Tarta.

Cuando salían a robar comida esperaban a la madrugada, porque los ingleses dejaban de atacar. Habían robado dulces.

Los estudios que tenia llegaron hasta tercer grado. Su padre los hizo trabajar a todos a partir de los diez años, en el tabaco. Por ese motivo ninguno de los hermanos hizo el secundario.

Cuando estuvo internado en el hospital de Chubut, la chica que los contactó a la familia, le enseñó a escribir.

Cuando estuvo enfermo necesitó tener morfina y la mutual de veteranos no se la conseguía, razón por la cual estuvo cuarenta días sin ella y padecía el dolor sin lograr ese medicamento. Por suerte los dentistas hicieron lo imposible para conseguirla. Por ese motivo denuncian que la mutual que poseen los veteranos no está a la altura de las necesidades que tienen.

Nos muestran una foto de Manuel recién llegado después de la recuperación en el hospital: “gordo”, después de haber llegado con cuarenta kg al país. Después nos pasará otra foto de su compañero de pozo-Oscar Rivero- donde se ven dos jovencitos con traje de soldados, en la guerra.

Entrevista: Mary Luque

Fotógrafo: Daniel Murua

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