Hugo Héctor González

González Hugo Héctor. Suboficial Mayor de la Fuerza Aérea. Fecha de Nacimiento: 01/04 / 1953.   Lugar de Nacimiento: Río IV. Córdoba. Lugar de Residencia: Villa Cura Brochero. Traslasierra

Hugo Héctor González se presenta con su señora Liliana Puccio. Lo hace manifestando que es  el referente de los 16 veteranos de guerra del Departamento de San Alberto. Doce vivos y 4 fallecidos. Siente que todos son veteranos. No le gustan las diferencias de rango y dice que nunca las marcó.

 Nos entrega listado oficial con la nómina y número de contacto de cada veterano. Función que cumplen de manera rotativa entre ellos. Nos cuenta que hasta el año pasado había sido Altamirano Marcelo.

Tripulante del Hércules C – 130 con 6.000 horas de vuelo aproximadamente al momento de ir a Malvinas, comenzando a volar el Hércules desde los 21 años, en el año 1974.

Ingresamos a un ambiente de su casa mientras nos explica algunos objetos, cuadros colgados y las referencias de las fotografías. Nos muestra una foto tomada por él, el Hércules con  la puerta abierta en la que iban seis aviones en formación, a la altura de Luján. Otro reconocimiento por haber salvado la vida de un piloto y su aeronave. Un Diploma de Miembro de Honor la Patria. La medalla que el presidente de la Nación le otorgó por “Valor en combate” por el ataque al portaviones “El Invencible”. Nos muestra Medallas del Congreso de la Nación, la que el comando le otorgó  por haber estudiado  en la Escuela de Suboficiales de la Fuerza Aérea. Un distintivo brevé por haber volado más de 200 hs. al sur del paralelo 56 (Cabo de Hornos aproximadamente). Continúa exhibiendo las medallas y diplomas que la Lockheed Georgia – Compañía que fabricó el avión- le entregó  cuando cumplió las 1000 horas de vuelo, y el reconocimiento al haber hecho lo mismo con las 2000 hs. y 5.000 hs. de vuelo (Septiembre del año 86). Entre otros…

Destaca en su formación dos experiencias que lo marcaron. Una, el lanzamiento  de un Electrocardiógrafo y un grupo electrógeno que pesaba 2700 kg, para una persona infartada en Belgrano I. ubicada en el polo Sur. Hugo cuenta que preparó el avión, fueron hasta Rio Grande donde cargaron combustible, pasando sobre la Base aérea Vicecomodoro Marambio. Fueron hasta el polo y a 300 mts. de altura, con la rampa de la puerta abierta y 50 grados bajo cero, lo lanzaron exitosamente. A la vuelta, sorprendidos por un fuerte viento aterrizaron en Marambio para recargar un poco de combustible, pista –en aquel entonces- de tierra. Volando un total de 13 hs.

 La segunda capacitación que considera importante en su formación fue (MAFFS) Modular Airbone Fiting Fire Sistem.  Curso de apagado de incendios en Boice estado de Idaho. Allí, cuenta que voló un avión de la Guardia Nacional Americana, con una tripulación americana (6 aviones Hércules) donde tiraban en las laderas de los cerros, a causa de un incendio,  11.375 litros de agua entre 2 y 6 segundos, 5 tanques de 500 galones cada uno con  dos tubos de 18 pulgadas.  Para ello, abrían la rampa de las puertas, desplegaban las boquillas y él largaba desde un panel un  tanque por vez o los 5 a la vez, abría dos válvulas, apretaba los botones y  salían los 11 mil litros. Su señora agrega que esa  formación nos haría mucha falta en este país y Hugo, acota, que ese manual lo trajo y lo presentó para fabricar este sistema en nuestro país. Para ello fue  darle una clase al Ministro de Obras y Servicios Públicos y nunca más lo llamaron. 

Hugo nos cuenta que a los 11 años terminó la escuela primaria. Finalizó sexto grado y entró a la escuela de aprendices de la Fuerza Aérea, en Río Cuarto. Entro al área de Materiales,  una base de talleres de la Fuerza, después pasa a Escuela Técnica y allí se inscribió en la Escuela de Suboficiales de Fuerza Aérea de Córdoba. Destaca que se ingresaba con 15 años y él, lo había hecho con 14. Egresó a los 17 años, se fue a Bs. As. a los 19 años  comenzó a volar Fokker 27. Transportando pasajeros, llevando diarios y revistas, películas para LADE a los pueblos del sur en la Patagonia… Liliana manifiesta “y ahora odia los aviones.

En el año 74 comienza a volar Hércules, con un total de 7.750 hs. y en el Boing 707, con un total de 4.450 hs. Reconoce tener una experiencia muy amplia que le permitió conocer todo el mundo.

Hugo se disculpa por si su tono de voz es alto y aclara que ha perdido el 50% de audición producto de la A.P.U que es la Unidad de Potencia Auxiliar de la nave, un dispositivo que proporciona energía para las distintas funciones a la propulsión de las aeronaves, tener las luces encendidas, las puertas abiertas… Motivo que lo ha  afectado. 

Liliana confirma que él no se da cuenta que grita y agrega que ese amor a los aviones ya no lo tiene más. Cuenta como anécdota que querían viajar a Bs. As. en avión y él no quería y una vez que Liliana logró convencerlo, aprovechó y lo llevó de paseo haciendo diferentes escalas: Córdoba,  Bs. As., Jujuy, Bs. As., Córdoba, al tiempo que él le daba todas las ubicaciones desde el aire.(Se ríen mientras relatan)

Continúa relatando que en el año 82 estaba destinado en Palomar, en la Primer Brigada aérea, dónde volaba un Hércules hacía 8 años. Recuerda que los reunieron y en principio, les dijeron que con el K C 130 iban a ir a Espora, lugar donde se quedarían como base de asiento y desde allí volarían  a Giorgia, porque un buque inglés se dirigía hacia allá.

Fueron y volvieron a Georgias  los días 28, 29 y 30 de marzo todos los días haciendo lo mismo (7/8 hs de ida y otras tantas de vuelta). El día 31 de marzo mientras volaban a  Georgias, su Capitán les dice: “Me parece que va a haber un operativo en Malvinas.  Nosotros aparentemente vamos a tener que  hacer lo que nos ordenen”. Por ello entendieron que harían un operativo de fuerzas conjuntas, con marina y ejército, como una demostración de aire- tierra. Al otro día, 1 de abril, les informaron que los aviones volarían a Malvinas. Para eso los mandaron a buscar parte de la artillería antiaérea a Mar del Plata y la llevaron a Comodoro Rivadavia. Para el 2 de abril habían salido todos los aviones, y ya sabían que habían tomado las Islas.

Cuenta que viajó siempre con la misma tripulación y reconoce que se llevaban muy bien, que se entendían a la perfección. Cuenta que era uno de los tripulantes más jóvenes del avión y sin embargo el que más horas de vuelo tenía, por lo que  afirma que en la Fuerza Aérea, a veces, no interesa el rango sino la capacidad en la función. Cuando fue  a Malvinas era inspector del avión, ya había sido alumno, había ascendido a etapa 1, 2 y 3 para llegar a ser inspector. Reconoce que de la tripulación que eran 8, tenía dos con rango más bajo que él, pero él tenía mucha experiencia. Él era profesional y siente que hizo lo que tenía que hacer.

Hugo afirma que estaba muy preparado para la guerra y refiere que aquel momento fue el más elevado que tuvo la Fuerza Aérea. En capacidad y en entrenamiento. “El momento más sublime de la Fuerza Aérea”. Recuerda que ellos salían todos los días a hacer navegación táctica. Despegaban, se ponían a 500 pies de altura (150 mts) por los campos, con 5 o 6 aviones en formación. De esa práctica conserva la fotografía que le sacó desde su Hércules al venía atrás suyo y que utiliza en su perfil de WhatsApp. Hugo admite ser un apasionado de ese avión, que  visitó la fábrica Lockheed y que fue a retirar uno, de ella.

El 02 de abril al Brigadier Crespo – comandante de operaciones de  la F. Aérea – lo mandan a Comodoro Rivadavia y lo ponen como jefe de la Fuerza Aérea Sur (F.A.S). Quedando todos los sistemas de aviones, al mando de él.

Desde ese día comenzaron a volar los aviones cargueros. Hugo tenía como función dar las indicaciones  en su avión para que los aviones de caza pudieran reabastecerse. Al respecto describe que esos  aviones tenían a cada lado del avión, unas mangueras de 70 pies de largo marcada con una canasta con unos fierros cargados de resortes, que eran soltadas cuando se acercaba el avión por detrás. Esas canastas tenían un labio grueso de neoprene que, al inflarse  estabilizaba las mangueras y el avión de caza podía enchufarlas a la proe. Él daba las indicaciones para que enchufen las mangueras hasta que llegaban a los 50 pies, condición  necesaria para reabastecerse. Allí, realizaban la primera prueba, para verificar que no tuvieran pérdidas, ratificar o rectificar ubicación, cotejar que entraran dentro del rango donde fluye el combustible o ante cualquier emergencia que se desprendan y retiren. Si por alguna razón se eyectaban desde el avión de caza y caían al agua, enviaban los rescatistas al agua con una balsa. “Se hacía lo que se  podía, porque nosotros sabíamos que no  se podía hacer nada. Desde arriba veíamos las olas de 5 mts de altura, con una balsa en el  medio del mar….¿Quién lo iba a divisar? ¿Cómo los iban a rescatar? Era imposible”. Si los perseguía algún avión inglés podían disparar las 10 bengalas que tenían en la cola del avión con 2000 unidades de fósforo, con la ilusión de  que el misil  persiguiera las bengalas por la temperatura y eludiera al avión.

Hugo tenía 29 años de edad en aquella época y estaba casado con Liliana y ya tenían tres hijos. Liliana acota  que ahora llevan 47 años de casados.

Continúa con el relato. Tuvieron 47 salidas de las cuales en 31 oportunidades efectuaron reabastecimiento a 93 escuadrillas de la fuerza y a 20 de la armada con el  K C 130. El  Hércules voló 427 hs. entre todos los  tripulantes de todo el escuadrón. Entre los 11/12 aviones. Afirma que en 61  oportunidades, se burló el bloqueo naval  aéreo impuesto por el enemigo y asevera que a pesar que tenían el bloqueo de todos ellos, pudieron hacerlo. Los aviones entraron, atacaron y hundieron fragatas. Refiere que el Invencible, nave Insignia de los ingleses, tenía dos destructores y 5 o 6 fragatas alrededor. Nuestras fuerzas pudieron burlar el bloqueo con 4 aviones. Primero los dos Súper Étendard, que ellos abastecieron de combustible de ida y de vuelta, y a los cuatro  A4  que también abastecieron de ida y de vuelta solamente a dos, porque los otros dos, habían sido derribados. 

Los dos Súper Étendard eran los  únicos Exocet (misil antibuque subsónico) que les quedaba. Sólo uno de ellos lo tenía. Describe  que el Exocet tiene 4 metros de largo y que  el 70% del misil es instrumento de navegación. Lo largaban, se pegaba al agua y la cabeza de navegación  le apuntaba al mayor blanco, a una velocidad estrepitosa. Narra que el día del ataque al Invencible los Étendard largaron el exocet a 40 millas, dieron la vuelta y se fueron y por detrás atacaron los 4 A4. A Vázquez un compañero de escuela de él, lo alcanza un misil de ida y en la salida le dan a Castillo. Mientras tanto, recuerda que ellos esperaban al sureste de Malvinas mientras la zona era sobrevolada por un montón de aviones ingleses. Cuando los ven regresar advierten que sólo lo hacían dos… “nadie se animaba a preguntar” (se emociona y continúa con la voz entrecortada).Les dieron combustible y pegaron la vuelta. 

Ellos querían saber si el Invencible había sido tocado, cuando el radar de Malvinas  les avisa que había 5 PAC (Patrullas Aéreas de Combate de los ingleses) sobrevolando a gran altura, situación que fue interpretada como que no podían aterrizar en el portaaviones inglés porque le habían tocado la pista. 

Sobre esto, nos explica, que los aviones sobrevuelan a gran altura para consumir menos combustible por tener menos resistencia al avance y más distancia a recorrer. Por esa misma razón cuando ellos eran perseguidos por una PAC, se pegaban al mar porque los ingleses consumían más combustible y después no tenían para llegar a la fragata. 

Ellos pertenecían al Comando Aéreo Estratégico (CAE) y eran  los dos únicos aviones abastecedores de Argentina, si ellos eran atacados y derribados la fuerza Aérea perdía el 50% de efectividad porque no  tenía  aviones para  ir y volver llevando  al continente el cargamento  de bombas que  llevaban. Ellos volaban durante todo el día y dormían donde el Jefe de la FAS lo determinara. Bajaban a la pista y dormían al costado, dentro de una carpa. Se levantaban a las 5 Am: Ponían en marcha los aviones, cargaban combustible y salían  nuevamente. Siempre dormían en lugares distintos.

Sobre el ataque al Invencible, ocurrido el 30 de mayo, dice que…“Quedará en la historia de la aviación mundial  al realizarse la misión más riesgosa y audaz considerada la más significativa en su tipo desde la segunda  guerra mundial. Referencia extraída de otro texto, dice él.

Nadie en el mundo se atrevió jamás a tocar la nave insignia. Nadie. Los  ingleses nunca reconocieron que al portaaviones  lo averiaron, cree que cuando se cumplan los 50 años lo van a admitir. Hugo dice “Yo doy fe que fue así”.

En referencia nos comparte dos links sobre la temática:

En los últimos días de mayo los reunieron en  Comodoro Rivadavia para informarles que el Jefe de Estado Mayor de  la Armada mandó a  todos los barcos a dique seco (amarrarse en diferentes puertos) por la supremacía de Inglaterra. La premisa era “hacer lo que se podía con lo que se tenía”. La tarea consistía en descubrir dónde estaba la  flota Inglesa. Esa tarea se denominó “el loco”. Consistía en tirar una moneda por la noche y azarosamente decidir qué tripulación salía a las 5.30 AM. Salía un Hércules vacío rasando el agua desde Comodoro, subían a 6000 mts de altura, prendían todo el equipamiento radioeléctrico para hacer un paneo que permitiera detectar alguna fragata en la zona, cortaban todo y se volvían al ras del agua, hasta que…(se emociona y angustia)  el 1° de junio, mientras que volaban, escucharon saliendo al aire: “Estamos cayendo de 10.000 mts de altura nos volaron el plano derecho y un motor”. Los encontraron, asegura: había una fragata misilística abajo despegaron dos Sea Harrier, uno de adelante y uno de atrás, les tiraron con los cañones de 30. Era una masacre porque el Hércules no tenía ni una gomera para tirar. Cayeron al agua, desaparecieron. (Capitán Martel, Krause, el navegador Meiser y los suboficiales: Cardone. Cantesano, Albelo y Lastra)  Hugo sostiene que esta historia lo emociona particularmente porque el año pasado lo llamó  la hija de Rubén Héctor Martel desde Bs As, que él había  conocido cuando apenas tenía tres años, Karina Martel. La hija del Capitán de ese avión lo llamó pidiéndole que le cuente  vivencias sobre su padre. Situación que le produjo mucha emoción y sorpresa.

La tripulación que hacía el loco, sólo hacía eso, mientras que las otras llevaban pertrecho a Malvinas si se podía. 

https://youtu.be/3GdPFsU71-U Malvinas, las hazañas del Hércules C 130 y la historia del Capitán Martel

El 1ro de mayo, durante el bautismo de fuego es derribado García Cuerva, un capitán que volaba Mirage. “Se equivocó la artillería antiaérea nuestra” El avión venía con algún inconveniente para aterrizar y lo derribaron en Puerto Argentino. 

El 13 de junio Guillermo Alberto Dellepiane tenía 24 años, era alférez primer grado oficial, nunca había hecho reabastecimiento en vuelo. Ellos escucharon que ese piloto  hablaba por el radar de Malvinas solicitando un reabastecedor cerca de San Carlos, desde dónde estaban saliendo, luego de haber atacado el vivac de Jeremy Mooore, que comandaba todas las fuerzas inglesas en Malvinas. Saliendo de  allí, se le cruza un helicóptero inglés perforándole el tanque del avión. Apuntaba al norte  del estrecho San Carlos y se elevaba, momento en  el que le quedaban 900 libras de combustible, 450 litros. Condición que no le permitiría llegar al continente. Por radar, se le pide que ponga frecuencia de San Julián que ellos iban en la dirección contraria a la aguja que le iba a marcar el reloj, la emisora de San Julián. El capitan del C 130 da la orden que ponga proa a San Julián, mientras que ellos lo harían hacia Malvinas para encontrarse. Expresa: “En el medio del mar ese avión era una mosca y nosotros un moscardón”. La tripulación del HérculesC130. se dirigían a plena zona caliente.

Le indican a Dellepiane que continúe con ese rumbo, mientras que él les suplicaba que no lo dejen allí, después de tranquilizarlo,  le confirman que van  a abastecerlo de combustible. 

El Hércules  divisa de frente dos aviones por lo que le dan  la orden de alabear para ver si alguno de esos era él. Pero, no era. Cuando atrás de ellos, lo ven alabeando su avión. Le dan la orden de viraje para lupin y que se deje caer con la inercia que traías. El Hércules hizo lo propio y soltaron las mangueras para enchufar la canasta. Pudieron observar que perdía combustible por el plano izquierdo, por los tanques suplementarios que no se habían podido desprender, hecho que los hizo decidir seguir enganchado hasta San Julián, casi  por una hora. Llegaron a San Julián, siguiendo las indicaciones. Se desprendió, hizo circuito para el aterrizaje sin aplicar freno cuando advierte que no  le bajaban las ruedas de nariz y recibe la orden  de efectuar la emergencia del despliegue de nariz, maniobra que le permitió liberarlas y aterrizó. Todos fueron a recibirlo. Así  concretaron el rescate de la aeronave A4 y a Guillermo Dellepiane.

 Al otro día, dice, que los querían fusilar porque arriesgaron un avión del comando estratégico por salvar una vida. Hugo recuerda que en conversación  con el jefe le dice “Nosotros estamos equivocados, era más importante la vida de un piloto que el avión. El responde “ustedes están locos” y  Hugo le reflexiona “porque ud. ve desde otro punto de vista la guerra. Ud. se quedaba con el 50% de operatividad de la fuerza pero “nosotros nos quedamos tranquilos  con nuestra conciencia que salvamos a un camarada desesperado que si se eyectaba, no tenía posibilidad de salvarse.

El peor día que recuerda, fue el 1° de mayo cuando comprende que iban a estar en guerra. Aterrizó en Comodoro Rivadavia y quería saber cómo estaba su familia. Dice que el único teléfono que tenían era el de su madre en Río IV. La llamó muy emocionado y la tranquilizó diciéndole  que estaba  bien y que no pasaba nada. Le pidió también que le avisara lo mimo a una vecina de Liliana. Recuerda que  cuando derriban al Hércules en la maniobra “el loco” le fueron unas vecinas del barrio militar donde vivían, a dar el pésame a Liliana. Liliana nunca creyó que él estaba fallecido.

Liliana aporta que  una vez que Hugo volvió -19 días después por una falla en el avión- todo el mundo se quedaba mirando y lo señalaban porque no podían creerlo. Afirma que ella nunca creyó en aquella noticia. Tampoco se lo había dicho a su hijo mayor, recuerda que tenía su hija más chiquita de un año.

Hugo comenta, al tiempo que nos muestra un afiche, que fueron 55 los muertos de la Fuerza Aérea. A pesar de todo,  fue la fuerza que más fragatas y destructores hundieron. Inglaterra nunca imaginó que iban a recibir esa paliza. “Estuvieron al borde de perder la guerra”. La guerra no la perdieron porque EEUU le dio una mano, que era parte de la OTAN.

Emocionado Hugo nos dice que la guerra le enseñó a valorar los amigos, los compañeros, la familia, el trabajo y la profesión. Haber compartido esos días hizo que cada uno pudiera desahogarse, contar su vida, sus problemas en la casa, de salud…. Se animaban mutuamente. Eso al día de hoy, les permite seguir contactados. Recuerda que en el año 2012, en el Viejo Congreso – hoy Museo de las Luces- los reunieron a todos los tripulantes de los dos Hércules. Oportunidad en que les presentaron los videos del Ataque al Invencible Animación y les entregaron el Diploma de Miembro de Honor de la Patria. Allí conoció a los dos pilotos de los Súper Étendard de marina que ellos les habían dado combustible, a los dos del A4 que quedaron vivos y se reencontró con Dellepiane.

Finalizando la entrevista, Hugo nos muestra desde su celular una reciente noticia que relata el tributo a dos suboficiales caídos en Malvinas nacidos en Ciénega del Coro, donde emplazarán un avión Pucará como homenaje a ellos. Canal Soto.  Entrevista al Pte. De la comuna: Rafael Llanos. En comparación, hace mención que la plaza en homenaje a las Malvinas en Villa Cura Brochero, tiene un ala de avión que  dice F33. Al respecto explica que nada tiene que ver con la guerra de Malvinas porque le pertenecía a un avión fotográfico de un guaraní. Ese ala perteneció, en otro tiempo, a un monumento de la Marina de guerra, ubicado en otro lugar que además tenía un mástil de  un barco con un ancla abajo. Comenta haber tramitado también, la Casa de veterano de Guerra sin tener éxito hasta la fecha.

También muestra la foto de la base de su piscina (Las Islas Malvinas y el Hércules) y la filmación del acto en homenaje a Veteranos y los caídos en la guerra de Malvinas, en el año 2021, donde fue orador.

Hugo nos despide contándonos que el hizo el último vuelo de cadete de la escuela de la aviación, antes de retirarse de la fuerza, en el avión BOEING 707. Ese fue el último avión que voló y su último vuelo. Luego no se realizaron más. Liliana agrega “todo es chatarra ahora”. “Un cementerio de aviones”.

Entrevista: Cecilia Pérez

Fotografía: Dolores De Torres

     

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